ANTES Y DESPUÉS DEL CORONAVIRUS
En el Emporio Textil de Gamarra
Año 2020, la noticia
de la pandemia del CORONOVIRUS, conocida
como COVID-19, esta
conmocionando al mundo, en Perú, hay un fuerte impacto en el sector textil, donde
se paralizaron las actividades por completo ante el Decreto de Urgencia N°
044-2020-PCM.
Hoy es importante precisar que los microempresarios y empresarios deben
hacer frente a este tipo de pandemia, esta situación crítica afecta los
negocios por la emergencia por el CORONAVIRUS, COVID-19
TODO NEGOCIO
TIENE SUS CICLOS
Todos hemos somos
conscientes que vivimos en una pandemia, hemos tenido que proveer, debíamos estar
preparados ante cualquier situación de riesgo, turbulencia en los negocios, es
posible que no hayas ahorrado para este tipo de situaciones.
Por lo tanto, es
mejor prevenir. Entonces debemos tener claro, los ciclos de negocio, abastecimiento
de proveedores, tiempo de duración de las materias primas, escases de la
materia prima, ciclo de la demanda de los clientes, y caídas de precio ante la
baja demanda. Por lo tanto, si lo hacemos así, soportaremos el impacto
económico, en tiempo y dinero.
La producción
textil, en referencia a la indumentaria para la mujer, hombre, niño, tiene un
ciclo de planificación, diseño, producción y venta. La indumentaria para cada estación, en cada
región del país, va desde que nacen y crecen, hasta la adultez, el negocio de
la indumentaria va en diferentes direcciones, de acuerdo a los mercados,
gustos, y preferencias en los consumidores. Los productores tienen que estar
evaluando constantemente la proporción de 1 kilo de tela con la cantidad de
prendas de vestir, en el rendimiento, evaluando la materia prima que se usa
para la producción y venta, tomando en cuenta siempre los gustos de los
consumidores.
La crisis por el
virus del COVID-19, es un problema que todos los productores del Emporio Textil
de Gamarra tienen, ante el cambio de preferencias y satisfacción de
necesidades, la compra de indumentaria ha sido relegada a un tercer o cuarto
nivel de satisfacción. Los fabricantes tenían unidades de producción en curso,
y productos terminados para la venta que no podrán ser demandados (vendidos),
ante el Decreto de Urgencia todo se ha caído. No estamos considerando las
obligaciones con bancos, proveedores, personal, y servicios (alquileres,
estampadores, bordadores, luz eléctrica, agua, comunicaciones, internet,
asesores, contadores, patronistas, diseñadores, etc.)
Los productos
textiles se vendían a diario, hasta el día 15 de marzo del 2020, desde que se
dio el Decreto de Urgencia, el día lunes ya no se podía ingresar, ya no se
produce ni se vende, no se contratan servicios, no se entregan pedidos, menos
aún se reciben mercaderías en proceso. Los procesos se han interrumpido, quizá
alguno no vuelva a empezar, tal vez será otro quien los continúe, los pequeños
empresarios se han quedado con letras por pagar, me pregunto si podrán pagarlo,
tal vez vuelvan a refinanciar una deuda, no me imagino que la tasa de interés o
el tiempo logre remediar el tiempo y el daño económico ocasionado, cuando
volverán los clientes a Gamarra por indumentaria, los costos serán diferentes,
los precios se habrán incrementado, no le puedo echar la culpa al CORONAVIRUS,
o las decisiones de un gobierno, alguien dirá “mala suerte”, en lo personal yo
creo que no.
Los pequeños
empresarios no cuentan con el impulso económico para volver a empezar, para que
la prenda de vestir se venda debe estar fresca, si almacenamos las prendas de
vestir su costo elevará su precio. Nada será igual, hay que volver a valorar
para perder lo menos posible.
El daño es
irreparable, quizá muchos ya no vuelvan a empezar, algunos de repente vuelvan a
la informalidad, mi recomendación es; conocer los ciclos de un negocio.
PLANEA TU
POSICIONAMIENTO
Han pasado los tres
primeros días de la quincena, me pregunto, ¿cómo será una vez que haya pasado
la emergencia?, volveremos a empezar desde cero, donde se quedó, ¿será al mismo
ritmo?, la música ya no sonara igual, no creo que podamos bailar igual que
antes, pero nos moveremos, recuerdo mi infancia de niño, el terror que me tocó
vivir, cuando se hicieron cambios que a la población jamás le consultaron, no
es gracioso que un grupo de niños que no sabe que ha pasado debe hacer colas inmensas
para recibir una respuesta, “no hay nada” “se acabó el arroz”, “ya no hay azúcar”,
me toco comer la misma comida varios días, miraba a mi madre desesperada,
puesta su mirada en un punto muerto, como si allí estuviese la respuesta a su
meditación, me preguntaba en ese entonces quien se ha equivocado, porque todos
sienten la misma desesperación, intuía que algo anda muy mal, recuerdo las
muchas monedas y billetes que en menos de un día no tenían valor.
Eso siempre ocurre,
decía mi abuela, ya veras, algún día volverá a pasar. Hace un par de año los
ciudadanos venezolanos eran cada vez más, los que llegaron en busca de trabajo,
ese instinto humano que siempre tendrá que saciar el hambre.
Cuando llegue la
calma ante la turbulencia del coronavirus, hay que volver a levantar pedidos y volver
a realizar el nuevo el ciclo. Es importante que se vuelva a planificar el posicionamiento
de las marcas que comercializas. Tu empresa tiene que planificar trabajar con
el tema de la pandemia, tienes que tener procedimientos de bienestar para tus
clientes y de sus familias, el tema de la responsabilidad social, hay que
garantizar la venta ante cualquier contaminante, tener los permisos para
transitar, certificación y cumplir con los lineamientos que ordena el estado
ante la emergencia. Es de suma importancia que tus clientes tengan confianza en
tu empresa; es cuando debes manejar los precios de los productos con mucha
prudencia, la garantía de los plazos de producción, entregas de los pedidos,
etc.
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